Los síntomas del tracto urinario inferior (STUI) son muy comunes en mujeres, pero no por eso deja de ser incómodo y producir vergüenza. Te ayudamos nosotros!
1. Incontinencia
La incontinencia urinaria suele hacer referencia a la pérdida de orina. Es tres veces más común en mujeres que en hombres. También es diez veces más común en mujeres que tienen incontinencia de esfuerzo.
Tipos de Incontinencia
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Esfuerzo
Es habitual sufrir de incontinencia de esfuerzo tras el embarazo y el parto. El embarazo debilita el suelo pélvico y es más difícil contraer los músculos y los esfínteres que se encuentran en la base de la vejiga. Puede que tengas pérdidas de orina accidentales cuando tosas, estornudes o hagas ejercicio.
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Urgencia
La incontinencia de urgencia empieza con una necesidad repentina de vaciar la vejiga. La vejiga se contrae cuando no debería, provocando pérdidas de orina. Este tipo de incontinencia es causada por una disfunción en la vejiga y es común que se deba a enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple.
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Mixta
Es posible sufrir de incontinencia de esfuerzo y de urgencia al mismo tiempo y esto se conoce como incontinencia mixta. En casos graves, tanto la incontinencia de esfuerzo como de urgencia pueden tratarse con una operación.
Causas de la incontinencia
Hay varias causas para la incontinencia en mujeres. Dos de ellas son el síndrome de la vejiga hiperactiva y el prolapso de órganos pélvicos.
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Síndrome de la vejiga hiperactiva
El síndrome de la vejiga hiperactiva está relacionado con la función de almacenamiento y deriva en una necesidad repentina de orinar que es difícil de parar y que puede ocasionar pérdidas. La urgencia puede darse con o sin incontinencia, lo que se traduce en viajes frecuentes al baño, incluso por la noche.
El síndrome de la vejiga hiperactiva se presenta más en mujeres que en hombres.
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Prolapso de órganos pélvicos
El suelo pélvico es un grupo de músculos que forman una «hamaca» en la apertura de la pelvis. Normalmente, estos músculos protegen los órganos pélvicos: la vejiga, la uretra, la vejiga, el intestino delgado y el recto.
El prolapso de órganos pélvicos puede producirse cuando los músculos del suelo pélvico u otros tejidos se debilitan y uno o más órganos se mueve y llega al canal vaginal.
El parto vaginal y la menopausia son dos de las causas del prolapso de órganos pélvicos. El prolapso de órganos pélvicos puede acarrear problemas como dificultades urinarias, urgencia e incontinencia.
2. Retención
La retención urinaria es lo contrario a la incontinencia, es decir, tener dificultades para vaciar la vejiga. Tener residuos de orina puede ocasionar infecciones. La retención es común en hombres de mayor edad (debido a la próstata agrandada) y también se ha observado en mujeres, especialmente en aquellas con enfermedades neurológicas, prolapso o complicaciones posquirúrgicas.
Para eliminar las bacterias de la uretra y mantener el equilibrio químico del cuerpo debes vaciar la vejiga con regularidad. Si los mecanismos normales no funcionan, necesitarás ayuda para vaciar la vejiga. Una solución podrían ser las sondas intermitentes. Una disfunción que puede causar retención es la vejiga acontráctil.
Vejiga acontráctil
Cuando los músculos de la vejiga son demasiado débiles para «empujar» la orina, entonces nos encontramos con una vejiga acontráctil o sin tono. Esto puede producirse tras una lesión o enfermedad neurológica.
Es común que las personas con vejiga acontráctil sufran retención crónica. También pueden experimentar acontráctil sufran retención una situación dolorosa y peligrosa en la que la vejiga está llena y se estira al máximo sin que la persona pueda orinar.
Muchos pacientes con vejiga vejiga acontráctil también sufren de infecciones de tracto urinario frecuentes, ya que la bacteria suele crecer en la orina «antigua» que queda residual en la vejiga.
3. Infección de tracto urinario
Una infección de tracto urinario se produce cuando la bacteria crece y se multiplica en la uretra y la vejiga, ocasionando los síntomas. Puedes sentir una gran urgencia para vaciar la vejiga, picazón al orinar, ganas frecuentes de hacer tus necesidades, dolor, incomodidad o fiebre.
La mitad de las mujeres del mundo padecerán al menos una vez una infección de tracto urinario y es más común en mujeres jóvenes y en mujeres que hayan pasado la menopausia.
Si utilizas una sonda, debes tener más cuidado para evitar infecciones, ya que tienes que introducir la sonda en la uretra. La higiene es esencial y es muy importante que vacíes la vejiga por completo para evitar que la orina se quede en la vejiga y favorezca el crecimiento de bacterias. Habla con tu enfermera o médico y pídele una sonda que esté diseñada para reducir el riesgo de infecciones y que esté indicada para pacientes con trastornos urinarios agudos o crónicos.