Historias de usuario Cómo mantengo mi perspectiva positiva tras una lesión medular

Increíble energía y positividad. Así se describe Pablo, de 44 años, que sufrió una lesión medular hace 5 años mientras montaba en bicicleta con sus amigos.

Hablamos con Pablo en un día oscuro e invernal. A pesar del frío, Pablo ya había salido dos veces: la primera, para entrenar para un evento de recaudación de fondos, y la segunda, para llevar a sus hijos a montar en trineo.

Pablo tampoco perdería la oportunidad de divertirse en la nieve con sus hijos pequeños:

No querían ir. Pero les dije: Venga, tenemos nieve, no estáis en el colegio, ¡vamos en trineo y aprovechemos el momento! No quiero perderme esas oportunidades con mis hijos

Y esa actitud resume perfectamente las ganas y la energía de Pablo por la vida.

Tras el accidente, Pablo pasó por momentos difíciles y tardó un tiempo en recuperar una perspectiva positiva de la vida y de su futuro. Durante las semanas que permaneció en el hospital, Pablo se dedicó a su recuperación, haciendo toda la fisioterapia y rehabilitación que pudo para fortalecerse. Después de 10 semanas en el centro espinal, pudo volver a casa con su mujer y sus hijos. 

Tengo una red de apoyo, incluida mi familia, por la que estoy muy agradecido y que me ayuda a ver siempre el lado positivo de la vida.

Cultivar esta actitud mental ayudó a Pablo a superar las difíciles semanas y meses que siguieron a su accidente.

Los daños en el sistema nervioso, como los sufridos por Pablo a causa de su lesión medular, pueden afectar a las funciones de la vejiga y el intestino. Durante su proceso de rehabilitación, le ofrecieron la irrigación transanal como terapia para controlar su intestino. Con su positividad habitual, Pablo lo aceptó sin reservas.

Encontrar el método apropiado

Pero al principio no fue fácil: el cuerpo de cada persona es diferente y Pablo tuvo dificultades para encontrar la manera más cómoda de introducir la sonda. Tenía los músculos isquiotibiales un poco tensos, así que los estiramientos le dieron la flexibilidad necesaria para agacharse y doblar el cuerpo por la cintura hasta alcanzar un ángulo que le permitiera introducir la sonda para la irrigación. También descubrió que una particulares sillas de ducha facilitaban el acceso para la inserción.

Una vez que encontró la configuración óptima, adoptó la terapia de la ITA de forma rápida y sencilla. Al principio probó un sistema manual y más tarde tuvo la oportunidad de probar Navina Smart, un dispositivo electrónico para la irrigación.

Navina Smart me pareció muy inteligente. Era todo electrónico. Podías configurar la cantidad de agua que querías, el tamaño del globo, etc., y pulsar el botón... todo se hacía por ti. Era tan fácil...

Cinco años después del accidente, Pablo sigue utilizando Navina Systems para controlar su intestino, alternando entre Navina Smart (sistema electrónico) y Navina Classic (sistema manual). Cada sistema ofrece una ventaja que permite a Pablo adaptar la irrigación intestinal a su estilo de vida. Nada, especialmente su intestino, impide a Pablo disfrutar plenamente de su vida.

Ahora piensa en su futuro positivamente, lleno de planes que ejecutar y cosas que conseguir.

Quiero que mi vida sea buena, y lo es. Nada extraordinario: soy feliz con una vida normal.

*Los testimonios aquí descritos se basan en experiencias individuales y no deben considerarse consejos médicos, para encontrar la solución más adecuada para ti, consulta siempre con un profesional sanitario.