Esclerosis múltiple

¿Qué es la EM y cómo afecta a la vejiga y al intestino?

En la esclerosis múltiple (EM), el sistema inmunitario ataca la vaina protectora (mielina) que cubre las fibras nerviosas y causa problemas en la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo.

Se estima que más de 2,3 millones de personas viven con EM y con sus complicaciones en todo el mundo, pero los tratamientos pueden ayudar y modificar el curso de la enfermedad y controlar los síntomas.

El grado de síntomas difiere entre los individuos, pero hasta el 95% de la población con EM sufrirá problemas de vejiga e incontinencia (Peyronnet et al. Reviews in Urology 2019). Además, los efectos en el intestino son comunes y afectan hasta al 70% de las personas con EM (Preziosi et al. Degenerative Neurological and Neuromuscular Disease 2018). El estreñimiento y / o la incontinencia intestinal pueden ser uno de los primeros síntomas de presentación de la EM. Hay soluciones disponibles para ayudar a paliar estos síntomas.

¿Por qué la EM afecta a la vejiga y al intestino?

La médula espinal juega un papel central en la función de la vejiga y el intestino. Cuando la EM daña la mielina, los mensajes entre el cerebro y la sección de la médula espinal que controla la vejiga y el intestino pueden interrumpirse, lo que resulta en disfunción de la vejiga y el intestino.

Las áreas del sistema nervioso central que controlan el sistema urinario están situadas en la parte inferior del cerebro y la parte inferior de la médula espinal. Los mensajes se transmiten entre el cerebro y el sistema urinario a lo largo de los nervios que componen la médula espinal.

  • Las lesiones pueden conducir a cambios o interrupciones en la transmisión nerviosa
  • Vías destruidas: las señales nerviosas no llegan a su destino
  • Un menor control de las señales nerviosas y la coordinación muscular conduce a una actividad insuficiente o excesiva de los músculos en las paredes de la vejiga.

La función intestinal está controlada por el cerebro y la médula espinal, así como por el propio sistema nervioso del intestino: el sistema nervioso entérico, que coordina los movimientos, la secreción y la absorción del contenido en el intestino. La disfunción o alteración intestinal en la EM es similar a la alteración intestinal en las lesiones de la médula espinal y se llama disfunción intestinal neurógena (NBD). El mecanismo preciso subyacente a la NBD en la EM no se conoce, pero se ha demostrado que las lesiones en el cerebro y la médula espinal:

  • Retrasan las señales nerviosas que llegan al esfínter anal
  • Producen problemas de coordinación muscular que resultan en problemas con el vaciado del intestino
  • Producen pérdida del control voluntario  del vaciado intestinal

La alteración intestinal neurógena causa estreñimiento, incontinencia fecal y hace que el manejo del intestino consuma mucho tiempo. El estreñimiento también puede complicar el vaciado de la vejiga y aumentar la frecuencia de infecciones del tracto urinario. No son solo los daños nerviosos los que afectan a la función intestinal en la EM, los medicamentos y la capacidad reducida para moverse también tienen un impacto en la función intestinal.

 

¿Qué es la EM?

En la EM, el sistema inmunitario ataca la vaina protectora (mielina) que cubre las fibras nerviosas y causa problemas de comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. Eventualmente, la enfermedad puede causar daño permanente o deterioro de los nervios. El cuerpo puede reparar el daño de la lámina de mielina, pero no completamente. El daño resultante revela lesiones y cicatrices, y de aquí proviene el nombre, Esclerosis Múltiple, es decir, cicatrices múltiples.

¿Quién contrae EM?

No sabemos qué causa la EM, pero hay ciertos factores que pueden aumentar el riesgo o desencadenar el inicio. La EM puede ocurrir a cualquier edad, pero la mayoría de veces hace su primera aparición en personas de entre 20 y 40 años. Se ha demostrado que una baja exposición a la vitamina D y a la luz solar aumenta el riesgo de desarrollar EM. Esta puede ser la razón por la cual las personas que viven en el norte de Europa son las que tienen mayores riesgos de desarrollar EM a nivel mundial. Otros factores correlacionados con un mayor riesgo son el sobrepeso, el tabaquismo, las enfermedades inflamatorias y una variedad de virus. Las mujeres tienen hasta tres veces más probabilidades que los hombres de desarrollar EM. El riesgo de EM en la población general es del 0,5% y aumenta al 1% si un padre o hermano lo tiene.

¿Cuáles son los síntomas de la EM?

Los síntomas de una recaída generalmente aparecen durante 24 a 48 horas, duran de unos días a unas pocas semanas y luego mejoran entre un 80 a un 100%. Los síntomas comunes incluyen pérdida de visión en un ojo, pérdida de fuerza en un brazo o pierna y entumecimiento en una o más extremidades. Los estudios muestran que hasta el 95% de la población con EM experimentará incontinencia urinaria y alrededor del 70% sufrirá de estreñimiento y / o incontinencia fecal. Al aumentar el conocimiento sobre las opciones de tratamiento y el alivio de los síntomas, ¡podemos mejorar considerablemente la calidad de vida!

¿Qué tratamientos están disponibles para la EM?

No hay cura para la enfermedad, sin embargo, los tratamientos pueden ayudar a acelerar la recuperación tras los brotes, modificar el curso de la enfermedad y controlar los síntomas. Lo mejor que puedes hacer cuando vives con EM es encontrar un equipo médico interdisciplinar de confianza que te pueda ayudar a monitorizar y controlar las afecciones. Hay muchas opciones para ayudarte a vivir una vida plena. Más adelante te guiaremos para que conozcas las soluciones disponibles que podrían ayudarte a tomar el control de tu vejiga e intestino.

 

Toma el control de tu vejiga e intestino

Para profesionales de la salud